El futuro del plástico

Se ha arraigado en la mente de la mayoría de la población, impulsado por campañas mediáticas difamatorias, alarmistas y sensacionalistas, la necesidad de tomar conciencia sobre la producción y el manejo de los desechos plásticos a nivel mundial. A menudo, cierta información y verdad son ocultadas a los consumidores. Los plásticos están en el punto de mira de los ecologistas y son frecuentemente juzgados de manera prematura y en términos de posverdad.

Según la Comisión Europea, más del 50% de la basura marina, imágenes que suelen inundar estas campañas y han permeado el subconsciente ciudadano respecto al plástico, proviene de productos de consumo efímero como bolsas, botellas, vasos, palillos y pajitas. Era imperativo detener la gran maquinaria generadora de desechos y poner fin al colapso que estas aplicaciones estaban provocando. Sin embargo, también es evidente la necesidad de invertir esfuerzos para frenar la dinámica general que conduce a estas prácticas.

Es conocido que la Unión Europea tiene planeado eliminar para 2022 los plásticos de un solo uso, una medida alentadora. Pero ¿qué ocurre con la percepción arraigada durante años de que el plástico es inherentemente perjudicial? Lamentablemente, la desinformación prevalece a expensas del acceso a información precisa, resultando en juicios precipitados.

Desde su invención hace más de un siglo, los plásticos han contribuido globalmente a construir un estado de bienestar sin el cual no seríamos quienes somos hoy. En comparación con materiales como el acero o el aluminio, el plástico ha reducido costos, esfuerzos y contaminación gracias a su maleabilidad, diversas aplicaciones prácticas, capacidad de reinventarse y bajo costo. Ha sido uno de los materiales más estudiados, investigados e innovados, dando lugar a la posibilidad de reciclaje de materiales como el polietileno y el PVC.

Es notable el trabajo del centro de innovación The Circular Lab en La Rioja, en colaboración con Ainia, investigando plásticos biobasados hechos de sustancias orgánicas, potencialmente totalmente reciclables. Aunque aún en fase prototipo, estas iniciativas demuestran ingenio para transformar el mercado.

Es crucial destacar que los plásticos son elegidos en múltiples aplicaciones prácticas, desde la industria automotriz hasta la sanidad y la tecnología, por su alta resistencia técnica, un hecho desconocido para muchos, haciéndolos duraderos y evitando los impactos negativos asociados con los plásticos desechables.

En VINK, como líderes del sector plástico, estamos comprometidos en cambiar la percepción negativa del plástico. Prestigiosos analistas indican que el futuro implica un manejo más avanzado y eficiente del plástico, incluso en aplicaciones médicas y en la exploración espacial.